El objetivo de esta revisión sistemática es examinar cómo y por qué las tasas de aceptación y vacilación de la vacuna COVID-19 difieren entre países y continentes. Se realizaron búsquedas en PubMed, Web of Science, IEEE Xplore y Science Direct entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de julio de 2021 utilizando palabras clave como "aceptación de la vacuna COVID-19". Se encontró que 81 publicaciones revisadas por pares eran elegibles para revisión. El análisis muestra que existen variaciones globales en la aceptación de la vacuna entre diferentes poblaciones. Las tasas de aceptación de la vacuna fueron las más altas entre los adultos de Ecuador (97 %), Malasia (94,3 %) e Indonesia (93,3 %) y las más bajas entre los adultos del Líbano (21,0 %). Los trabajadores generales de la salud (HCW) en China (86,20 %) y las enfermeras en Italia (91,50 %) tuvieron las tasas de aceptación más altas, mientras que los HCW en la República Democrática del Congo tuvieron la aceptación más baja (27,70 %). Un ANOVA no paramétrico de una vía mostró que las diferencias en las tasas de aceptación de la vacuna fueron estadísticamente significativas (H (49) = 75.302,p = 0,009*) entre los países analizados. Sin embargo, las razones detrás de la vacilación y la aceptación de la vacuna fueron similares en todos los ámbitos. La baja aceptación de la vacuna se asoció con bajos niveles de educación y conciencia, y esfuerzos e iniciativas gubernamentales ineficientes. Además, el historial deficiente de vacunación contra la influenza, así como las teorías de conspiración relacionadas con la infertilidad y la información errónea sobre la vacuna COVID-19 en las redes sociales también generaron dudas sobre la vacuna. Las estrategias para abordar estas preocupaciones pueden aumentar la aceptación global de la vacuna contra el COVID-19 y acelerar nuestros esfuerzos para eliminar esta pandemia.