Estudios recientes han llamado la atención sobre las altas tasas de aspergilosis pulmonar asociada a COVID-19 (CAPA). Este es un estudio retrospectivo que utilizó el Registro de la Plataforma de Análisis de Medicina de Precisión (PMAP) COVID-19 (JH-CROWN), que incluye datos de todos los pacientes de COVID-19 atendidos en cinco hospitales de JHM, cuya fecha de ingreso fue entre marzo y agosto de 2020. Se incluyó un total de 396 pacientes en esta cohorte: 20 CAPA probable, 19 CAPA posible y 357 pacientes sin CAPA. La incidencia de CAPA reconocida osciló entre el 5 y el 10%. Las personas con CAPA tenían diferentes enfermedades subyacentes, especialmente con respecto al IMC, enfermedades pulmonares, hepáticas y oncológicas antes de COVID-19, en comparación con aquellas que no desarrollaron CAPA. Las personas con CAPA tuvieron resultados uniformemente peores en comparación con las que no lo tenían, especialmente en lo que respecta a la gravedad de la enfermedad, el apoyo ventilatorio y hemodinámico y la duración de la hospitalización. Las personas con CAPA tenían una gravedad de la enfermedad similar en comparación con los controles, en el momento del ingreso. Sin embargo, las personas con CAPA mejoraron más lentamente durante la hospitalización en comparación con sus grupos de control de contraparte, con una mayor duración del apoyo mecánico y hemodinámico. Aunque no hubo diferencias en la mortalidad general, es probable que este estudio careciera de la potencia para detectar pequeñas diferencias entre los pacientes con COVID-19 ventilados mecánicamente. Es notable que los riesgos subyacentes de CAPA no imitan los que se asocian típicamente con COVID-19 grave. Dadas las dificultades en el muestreo invasivo, los diagnósticos no invasivos mejorados que permiten la detección y / o la terapia antimicótica profiláctica pueden estar justificados en pacientes de alto riesgo para mejorar los resultados de COVID-19.