La evidencia del distanciamiento físico para mitigar la transmisión del SARS-CoV-2 en entornos educativos primarios y secundarios sigue siendo limitada. En este análisis retrospectivo de datos de escuelas públicas en el estado de Massachusetts que se abrieron con cualquier aprendizaje en persona, se buscó medir la efectividad de diferentes políticas de distanciamiento físico (≥3 versus ≥6 pies) sobre la incidencia de las infecciones por SARS-CoV-2 entre los estudiantes y el personal escolar después de la reapertura de la escuela en el otoño de 2020. Obtuvieron datos sobre recuentos de casos positivos de SARS-CoV-2 del sitio web del Departamento de Educación Primaria y Secundaria de Massachusetts (DESE), donde están disponibles públicamente, para el período del 24 de septiembre de 2020 al 27 de enero de 2021. Los distritos que implementaron ≥3 pies de distancia entre estudiantes informaron 895 casos entre estudiantes y 431 casos entre el personal. Los distritos con ≥6 pies de distancia física informaron 3223 casos entre los estudiantes y 2382 entre el personal. El aumento de los requisitos de distanciamiento físico de 3 a 6 pies en entornos escolares no está asociado con una reducción en los casos de SARS-CoV-2 entre los estudiantes o el personal, siempre que se implementen otras medidas de mitigación, como el uso universal de mascarilla. Si bien las tasas de incidencia tanto en los estudiantes como en el personal fueron más bajas que los casos en las comunidades circundantes, encontramos una fuerte correlación entre las tasas de la comunidad y los casos positivos en las escuelas, particularmente entre el personal escolar. El distanciamiento físico de tres pies se logra más fácilmente en la mayoría de los distritos escolares, incluidos los públicos, y por lo tanto, relajar los requisitos de distanciamiento probablemente tendría el impacto de aumentar la cantidad de estudiantes que pueden beneficiarse del aprendizaje adicional en persona.