El área médica nada contra océanos de incertidumbre todos los días, desde como tratar a un paciente en emergencias, cirugía o en investigación. Hacemos las paces con eso gracias a la estadística. Recolectamos tantos datos como sea posible y dejamos que las matemáticas hagan su magia para obtener al menos algunas pistas sobre cuáles son las mejores decisiones que podríamos tomar. Siguiendo eso, la creación de guías intenta ser lo más científica y justa posible. El autor de este artículo tiene un punto de vista crítico, quizás válido, sobre cuánto aún ignoramos del SARS-CoV-2, su comportamiento dentro del cuerpo, y por ello cuán inapropiado sería ya empezárlselo a inyectar a humanos. Sí, aún hay muchas preguntas sin respuesta. Esta pandemia ha durado más de lo que cualquiera hubiera imaginado, al mismo tiempo que hemos tratado de detenerla por medio de todo lo que sabemos, y podríamos estar de acuerdo en que no está funcionando. Entonces, tal vez sea precisamente la exploración de nuevas formas de obtener información lo que pudiera brindarnos mayor claridad. Aunque el texto discrepa, la pregunta sobre si realizar o no Modelos de Infección Controlada en Humanos con SARS-CoV-2 se ha convertido en una pregunta menos importante que hacer las preguntas adecuadas sobre ellos. Ahora mismo es más sabio dirigir los esfuerzos analíticos y de revisión hacía propuestas estratégicas sobre cómo conducir estos estudios de manera que los derechos individuales sean honrados y respetados tanto como los sociales en lugar de seguir tratando que no se lleven a cabo.