Los investigadores discutieron las dificultades para identificar y diagnosticar perfiles clínicos en tres programas clínicos de identificación y prevención de alto riesgo para la psicosis. Argumentan que comprender los efectos de la pandemia de COVID-19 en la psicosis es importante para ayudar con intervenciones específicas y métodos de prevención. Los investigadores encontraron que los efectos de la pandemia fueron diferentes, pero que el estrés, el aislamiento y las crisis existenciales relacionadas con la pandemia han tenido un impacto positivo o negativo en la psicopatología. Además, el mayor uso de la tecnología durante la pandemia ha aumentado la ansiedad, la depresión, el estigma, la sospecha y las ideas de referencia. Por el contrario, otras personas han tenido un impacto positivo en el que el aislamiento social ayudó a reducir el estrés y las alucinaciones. Los investigadores abogan por nuevas métricas de planificación y evaluación del tratamiento que tengan en cuenta las experiencias durante la pandemia y la heterogeneidad de la psicosis.