Con el fin de determinar el riesgo de infección en adultos jóvenes, los investigadores evaluaron la protección por seropositividad contra la reinfección del SARS-CoV-2 en una cohorte mayoritariamente masculina y saludable de marines de entre 18 y 20 años. Utilizaron el estudio de cohorte longitudinal prospectivo COVID-19 Health Action Response for Marines (CHARM) para identificar la infección y la respuesta inmune. Las pruebas de PCR se realizaron del 11 de mayo al 24 de agosto de 2020 en un sitio y del 24 de agosto al 2 de noviembre de 2020 en otro sitio. Se midieron la cantidad de anticuerpos IgG contra el SARS-CoV-2 y la actividad neutralizante del virus en suero. En general, los resultados mostraron que aquellos con anticuerpos COVID-19 habían reducido la incidencia de reinfección en un 82%. Además, aquellos que eran seropositivos e infectados tenían niveles más bajos de anticuerpos y tenían menos probabilidades de tener anticuerpos neutralizantes en comparación con los que eran seropositivos y no estaban infectados. Los investigadores concluyeron que los anticuerpos son protectores, pero es posible que no prevengan por completo la reinfección. También discutieron que no está claro si la transmisión es probable entre los vacunados y los que ya han sido infectados con COVID-19 antes; sin embargo, encontraron que algunas personas reinfectadas pueden transmitir la infección tanto como las que se infectan por primera vez. En conclusión, la reinfección es posible a una quinta parte de la tasa de infección sin tratamiento previo, y la vacunación puede ser necesaria incluso en adultos jóvenes que son seropositivos.