Spinelli et al midieron la IgG del SARS-CoV-2, los títulos de anticuerpos neutralizantes y los anticuerpos séricos en personas que viven con el VIH y que habían recibido previamente pruebas de PCR positivas. Este estudio fue un estudio observacional de casos y controles; La seroprevalencia de IgG fue del 3,7% en las personas que viven con el VIH en comparación con el 7,4% en las que no lo eran. Con evidencia de una infección pasada, las personas con VIH tenían una razón de probabilidades 5,52 veces mayor para el COVID-19 grave en comparación con las personas sin VIH. Aunque hubo un menor número de infecciones, hubo casos más graves de COVID-19 en la población con VIH. Los títulos de anticuerpos neutralizantes fueron más bajos en las personas que viven con el VIH. Esto indicó que había una respuesta inmune reducida al virus en personas con VIH. Los bajos niveles de seroprevalencia del SARS-COV-2 en la población con VIH se atribuyeron a una mayor precaución, la ayuda de servicios sociales adicionales (como el Programa Ryan White Care) que ayudó a mantener el refugio en el lugar, así como posiblemente niveles más bajos de pruebas. en estas poblaciones en riesgo. Una advertencia del estudio es que solo hubo siete casos de COVID-19 grave (cinco en pacientes con VIH), por lo que se justifica un análisis adicional.