El objetivo de este estudio es determinar el mejor tamaño de pool para el cribado de COVID-19 en varios grupos de riesgo con diferente prevalencia, utilizando datos del 28 de febrero al 14 de junio de 2020 en Islandia. Para escenarios de prevalencia superiores a 0.292, el pooling no es más eficiente que las pruebas individuales debido al número de pruebas de seguimiento necesarias. Las estrategias de pruebas agrupadas pueden disminuir el número de pruebas en un 61.9% y un 54.2% para los grupos de alto riesgo y en un 90.2% y un 88.5% para los grupos de bajo riesgo en función de la sensibilidad de las pruebas (0.71 y 0.98, respectivamente). Para cada estrategia de agrupación, a medida que aumenta la sensibilidad de las pruebas, disminuye el número de individuos de bajo riesgo examinados. Los autores sugieren que las pruebas agrupadas permitirán el screening de COVID-19 en un mayor número de individuos, al tiempo que destacan la importancia de determinar el tamaño de los grupos en función de los grupos de riesgo y la prevalencia en la comunidad.