Desde inicios de la contingencia sanitaria por COVID-19, cada país ha considerado sus cifras oficiales de contagios para crear fases de contingencia para el manejo de la pandemia. En México, el 20 de marzo de 2020, se anunció oficialmente la suspensión de clases en todas las escuelas del país, lo que significó que los niños debían quedarse en casa, sin importar los beneficios o consecuencias que traería esta contingencia nacional.La enfermedad pulmonar grave por COVID-19 en niños es poco común. Los síntomas neurológicos se pueden dividir en tres categorías: manifestaciones neurológicas de los síntomas de la enfermedad subyacente (dolor de cabeza, mareos, trastornos de la conciencia, ataxia, convulsiones sintomáticas agudas y enfermedad vascular cerebral); síntomas de origen del sistema nervioso periférico (hipogeusia, hiposmia y neuralgia); y síntomas de daño musculoesquelético, a menudo asociados con daño hepático y renal, aunque afortunadamente los datos sobre compromiso neurológico severo son poco frecuentes en niños.El presente estudio analizo cómo los padres perciben los efectos de la contingencia en sus hijos a través de una encuesta en línea compartida por medios digitales durante 7 días, se obtuvieron 4000 respuestas. La dificultad más frecuente de los niños fue la educación en línea (30,4%), seguida de los trastornos del sueño (20,3%). El uso de pantallas aumentó un 30-80% en más del 65% de los niños. Se detectó berrinche en el 34% y cambios de humor en el 30% de los niños. La mayoría de los padres (77,8%) consideró que la educación a distancia no garantiza la educación de los niños y que el nivel de aprendizaje que se adquiere a través de las clases en línea no es el mismo que el de la educación presencial (83,5%). En cambio, el 70,6 % de los padres consideró que aún no es momento de reabrir las escuelas, el 78,8 % consideró que existe evidencia suficiente para mantenerlas cerradas, y el 45% indicó que es mejor no volver al plantel este año. En cuanto a las actividades para mejorar la salud mental durante la contingencia, el 51,3% ha creado juegos en casa, y el 23,6% realiza actividad física. Sin embargo, el 74,4% no tiene la tranquilidad de reiniciar la vida diaria. Entre los aspectos positivos de la contingencia se reportaron la adaptabilidad (35%) y la unión familiar (33,5%). El 4% no tiene la tranquilidad de reiniciar la vida diaria. Entre los aspectos positivos de la contingencia se reportaron la adaptabilidad (35%) y la unión familiar (33,5%). El 4% no tiene la tranquilidad de reiniciar la vida diaria. Entre los aspectos positivos de la contingencia se reportaron la adaptabilidad (35%) y la unión familiar (33,5%).Los profesionales de la salud en contacto con los niños deben estar preparados para los problemas que está generando esta contingencia y sensibilizar a los padres para que observen a sus hijos y busquen ayuda profesional ante cualquier dato de alarma sobre el estado emocional o conductual del niño.